¿Comprarías un NFT por 67.000$ sin saber cómo será? Esta es la historia de como el coleccionista de NFTs Pablo Rodríguez Fraile logró vender la obra «Crossroad», el NFT programable del artista Beeple que finalmente vendió por 6,6 millones de dólares. Pero hay muchas anécdotas y curiosidades de esta venta que seguro que no conocerás…
Si no conoces quién es Pablo Rodríguez-Fraile, puedes leer nuestro anterior artículo donde te enseñamos la importancia de su colección de más de 400 NFTs ¡la mayor del mundo!.
Además de coleccionista de NFTs, también es asesor y patrón de diferentes criptoartistas como Beeple, el artista y autor de la obra «Crossroad», la protagonista de esta historia y que aquí puedes ver.
Era una obra NFT programable
Esta obra del criptoartista californiano dura aproximadamente 10 segundos, pero originalmente no era así, y cuando la compró Pablo Rodríguez-Fraile no sabía cual sería el resultado final. Esta obra digital era un tipo de arte nuevo, «la llamamos programable art» ya el resultado final de la obra dependía del resultado de las elecciones norteamericanas.
Así que la obra se iba a modificarse de manera automática dependiendo de quién fuera el ganador de las elecciones, ha este tipo de NFTs se le denomina NFT programable.
La compró sin saber el resultado
Por lo que cuando compró la obra Pablo, no era capaz de saber como luciría la obra por la que había desembolsado 67.000$.
Y aunque había cierta incertidumbre por ver el resultado final, “dependiendo del resultado de las elecciones la pieza se convertía en una cosa o en otra. Si ganaba el presidente Trump iba a salir otra imagen totalmente distinta y si ganaba el candidato Biden salía la acabó finalmente saliendo”.
Aquí puedes ver el vídeo del NFT Crossroad como acabó finalmente.
CROSSROAD
— Nifty Gateway (@niftygateway) February 25, 2021
By @beeple
The #1/1 from beeple's first NG drop has just resold on the secondary market for $6.6 million.
History has just been made.
Congrats to beeple and of course to @pablorfraile for the sale. pic.twitter.com/mTYG4VABSw
Pablo fue el primer coleccionista de Beeple
Pablo Rodríguez-Fraile tendrá siempre el honor de haber sido el primer coleccionista en comprar una obra del criptoartista Beeple. Y no compró una, si no las dos primeras obras del artista californiano convertido en el cuarto artista de la historia con obras mayor valoradas en el mundo.
La primera obra que Pablo compró a Beeple fue por 66.000 $ y la vendió 4 meses después por 6,6 millones de dólares. «Y por la segunda obra de Beeple tengo una oferta aún más alta».
Y aunque es coleccionista y ha vendido algunas obras, su afán es ayudar al proyecto y a sus artistas.
¿Por qué vendió la obra Crossroad de Beeple? «Yo no vendo obras de criptoartistas a no ser que sean para ayudar a los artistas, ya sea para ayudar en la proyección de sus carreras o para poner algunas de sus obras en una colección interesante».
Nuevas adquisiciones compradas a Beeple
«Yo no compro nada que no me guste o que no quiera exponer». Además contó que ha comprado otra obra de Beeple para añadirla a su colección, la obra en concreto es el personaje de Buzz lightyear montado sobre un perrito creado con globos del artista Jeff Koons.
Beeple es un artista diferente
Si algo tenía claro Pablo Rodríguez-Fraile era que la inversión tenía mucho futuro, para Pablo «Beeple es un artista diferente, no es un nuevo artista que busque seguidores, llevaba creando una obra durante 15 años sin fallar un solo día» e incluso el mismo de día de su boda continuó con su proyecto, y además era un artista valorado en su sector.
¿Cuál pensaba que iba a ser el precio de venta?
Pablo tenía claro que su precio sera varios millones y no los 67,000$ por los que lo compró, según sus propias palabras «“Yo no sabía si iban a ser millones, no sabía cuánto tiempo, pero desde luego veía recorrido a una persona como Mike (Beeple)».
Y una de las preguntas que te puedes hacer tras leer el artículo de quién es Pablo Rodríguez-Fraile, donde dice que es un patrón y está mas interesado en ayudar a los criptoartistas… ¿por qué decidió vender esa obra?
«Hay dos razones por las que he vendido (la pieza): una porque pensaba que era bueno para el sector y, dos, por el comprador”.
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