Hay una persona que destaca en el mundo del coleccionismo de NFTs, y es Pablo Rodríguez-Fraile el mayor coleccionista de NFTs del mundo.
Uno de los pioneros en detectar el gran valor de estas obras digitales, los NFT han revolucionado el arte y a su vez el coleccionismo de obras artísticas. Y Pablo Rodríguez-Fraile es su máximo exponente.
En su haber tiene operaciones de venta de NFT como la compra de la obra «Crossroad« del criptoartista Beeple por 67.000 $, que logró revender 4 meses más tarde por 6,6 millones de dólares, con una ganancia de más de 6.500.000 millones de dólares.
En su colección de NFTs cuenta con más de 400 obras de distintos criptoartistas como Beeple, PAK o Refik.

Biografía
Economista, matemático y con un MBA, este coleccionista de NFTs nació en Miami, aunque durante su vida ha permanecido durante largas épocas en ciudades como Madrid y Nueva York. Conoce el motivo de estos viajes, cómo ha influido su padre el profesor universitario Luis Huete y más detalles sobre la familia de empresarios Rodríguez-Fraile.
Comenzó trabajando en finanzas y fondos de inversión hasta que descubrió el potencial de la blockchain y en especial cómo los NFTs podían cambiar el mundo del arte, y pronto se puso a investigar y empezar a coleccionar obras de artistas con gran potencial.
Su hermano David Rodríguez-Fraile comentó cómo invierten los grandes fondos de inversión en los NFTs, las plataformas y todo el ecosistema en otro de nuestros artículos.
¿Cómo empezó a coleccionar NFTs?
Tras descubrir el Metaverso y la tecnología que lo hace posible, descubrió las posibilidades que la la cadena de bloques «blockchain» ofrece, y en especial como los NFT podían cambiar el mundo del arte.
«Mi mujer es diseñadora y arquitecta y las posibilidades de los NFT me llamaron mucho la atención» según cuenta el propio coleccionista.
Y tras hablar con diferentes criptoartistas y según cuenta «vi una innovación y una explosión de talento increíble pero también que era un mercado inmaduro«.
Y tiene sentido que muchos de los artistas jóvenes hagan sus creaciones digitales, ya que es una generación nativa digital, desde muy pequeños han tenido acceso a Internet y todo tipo de nuevas tecnologías. Y una visión que tuvo fue que «por primera vez estos artistas podían transaccionar y exponer de manera digital» y no solo como forma de expresarse y vivir, también como forma de trabajar y generar ingresos.
Quizás su mayor habilidad la describe el mismo, «era un mercado muy inmaduro donde había una discrepancia muy grande entre algunos criptoartistas».
Y tras continuar en conversaciones con muchos criptoartistas, otros coleccionistas de las plataformas de venta de NFTs, «poco a poco comenzamos a hacer lo que hoy en día se conoce como la mayor colección de arte digital a nivel global«.

Su opinión sobre el metaverso
«Por el trabajo que realizaba acabé descubriendo el mundo del Metaverso y las posibilidades que ofrecía», según cuenta en la entrevista de Pablo Rodríguez-Fraile con Antonio García Villarán.
«El metaverso me parece una idea buenísima, que puedas comprar tierra virtual dentro de uno de estos mundos o de un videojuego», estas palabras de Pablo indican su interés sobre uno de las tecnologías más emergentes, el Metaverso. Desde que el CEO de Facebook Mark Zuckerberg, cambiase el nombre de su compañía por Meta, son muchas las miradas dirigidas hacia esta tecnología capaz de cambiar tantos sectores a nivel global.
«En el metaverso se pueden hacer todo tipo de negocios y actividades culturales», aunque esto es una realidad que ya comienza a verse, son muchas las personas que actualmente desconocen las capacidades que va a ofrecer el metaverso y los NFTs.
¿Cuál es el objetivo de su colección de NFTs?
Y además de ser coleccionista de NFTs, Pablo Rodríguez-Fraile presume de ser consultor de algunos de los criptoartistas más relevantes a nivel global, «estoy más interesado en acompañar a estos creadores y formar parte de la historia que en vender únicamente».
Y aunque ha vendido algunas obras de su colección, su intención está enfocada en el patronazgo. «La idea de crear esta colección no es monetaria, es de patronaje como ‘legacy’, de crear historia» según palabras literales del propio Pablo Rodríguez-Fraile.
Y según continúa narrando en su entrevista ante Antonio García Villarán, su objetivo es «ayudar a este movimiento, es un cambio importantísimo que está cambiando la estructura del arte tradicional».
Y respecto al futuro añadió «ha sido un camino precioso, y espero que continúe en el futuro».
Consultor y patrón de criptoartistas
Muchos de los inversores en criptoarte nunca han conocido en persona a los criptoartistas que han creado y diseñado sus obras, pero Pablo Rodríguez-Fraile va mucho más allá que un simple inversor, «acabo de estar en la casa de Beeple en Carolina del Sur viendo sus nueva obra».
Pero no solo con Beeple, «con el criptoartista PAK hablo miles de horas, ¡casi más que con mi mujer!» bromeaba el coleccionista.
Y en su faceta como patrón también asesora a los criptoartistas en cuanto a los royalties, ya que como coleccionista aporta una visión diferente a la que tiene un creador o artista. Si quieres saber cómo piensa un coleccionista puedes verlo en al artículo ¿Pueden los royalties convertirse en un problema para los criptoartistas? Donde Pablo Rodríguez-Fraile da su versión sobre esta curiosa ventaja de los NFTs que puede convertirse en debilidad.

El primer coleccionista de Beeple
Pablo Rodríguez-Fraile tendrá siempre el honor de haber sido el primer coleccionista en comprar una obra del criptoartista Beeple. Y no compró una, si no las dos primeras obras del artista californiano convertido en el cuarto artista de la historia con obras mayor valoradas en el mundo.
La primera obra que Pablo compró a Beeple fue por 66.000 $ y la vendió 4 meses después por 6,6 millones de dólares. «Y por la segunda obra de Beeple tengo una oferta aún más alta».
Y aunque es coleccionista y ha vendido algunas obras, su afán es ayudar al proyecto y a sus artistas.
¿Por qué vendió la obra Crossroad de Beeple? «Yo no vendo obras de criptoartistas a no ser que sean para ayudar a los artistas, ya sea para ayudar en la proyección de sus carreras o para poner algunas de sus obras en una colección interesante».
«Yo no compro nada que no me guste o que no quiera exponer». Además contó que ha comprado otra obra de Beeple para añadirla a su colección, la obra en concreto es el personaje de Buzz lightyear montado sobre un perrito creado con globos del artista Jeff Koons. Puedes ver esta obra en la siguiente imagen.

Una colección con un valor casi incalculable
El doctor en Bellas Artes Antonio García Villarán comparó la colección de NFTs de Pablo Rodríguez-Fraile con Solomon Guggenheim y Peggy Guggenheim y como ambos ayudaron apoyando el desarrollo y la difusión del arte moderno en el siglo XX.
Y si te preguntas sobre la importancia de su colección qué aporta Pablo Rodríguez-Fraile al ecosistema de los NFTs en el mundo del arte, él mismo respondió «he cogido mucha inspiración en los grandes patrones del arte a través de la historia» y añadió «me encantaría ver dentro de unos años como nuestra colección ha impactado en cómo se ha desarrollado el arte digital» y en especial destacó que el movimiento de arte digital forme parte una parte más dentro del arte en general.
Y sobre el futuro de los artistas declaró «creo que los criptoartistas van a ser más importantes que los artistas tradicionales a día de hoy».
Y finalizó destacando que el objetivo de su colección es ayudar a la democratización y el desarrollo de los NFTs como obras digitales dentro del arte.
El ex profesor universitario Villarán durante la charla le comentó que el criptoartista Beeple se había convertido en el cuarto artista con una obra vendida a mayor precio de la historia, y que precisamente Pablo Rodríguez-Fraile ha sido propietario de al menos 3 obras de ese artista en su colección privada.
La venta de su NFT por 6,6 millones de $
Como leíste al principio de la entrada la venta más famosa de su colección hasta el momento, es la obra «Crossroad» del criptoartista Beeple.
Pablo Rodríguez Fraile compró dicha obra al autor Mike Winkelmann (cuyo nombre artístico es Beeple) por 67.000 $ sin saber cuál sería el resultado final, conoce la historia del NFT Crossroad de Beeple que logró revender tan solo unos meses después por 6,6 millones de dólares.
Redes sociales
Puedes seguir a Pablo Rodríguez-Fraile en su perfil de Twitter y en su canal de Instagram y en la web de uno de sus proyectos Aorist.
Si te ha gustado conocer a Pablo Rodríguez-Fraile, quizás también te interese: